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Jennifer Mishel Albizures Sirin.
Carné: 201503039
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Desde
un punto de vista social, era normal que las mujeres contrajeran matrimonio
desde muy temprana edad, los cuales eran arreglados por los padres, quienes
velaban por un interés económico y social. De esta manera se conservaba los
valores morales y la descendencia segura; No obstante, en el caso de María y
Efraín, como en gran variedad de casos actuales, sufrieron las consecuencias del
amor tardío y mal entendido.
La
comunicación entre dos personas puede darse de manera casual, rápida y precisa,
basta una mirada, un sonido o una palabra, para proyectar las emociones, ideas
y opiniones que se desean transmitir. En el caso del amor entre dos personas
que teniendo un mismo sentimiento no logran concretar a tiempo la comunicación,
puede tender a darse malos entendidos o “falsas ideas”. Con el paso del tiempo,
los sentimientos se fortalecen, las esperanzas crecen y la vida se termina, es
por ello que al momento de tener la oportunidad, es necesario actuar y
enfrentar las consecuencias.
María
y Efraín, enfrentaron juntos los obstáculos que se trazaban en el camino, al
concretar su amor, aceptaron todo aquello que conllevaría formar una unión. La
felicidad puede llegar a ser plena cuando sé es correspondido, aunque “no hay dos
glorias juntas” la vida nos muestra
ambos lados de la moneda, donde una cara es amigable, honesta, maravillosa y
reconfortante; donde la familia es pilar importante, los amigos escuchan y la
persona amaba es feliz. Cuándo un factor de todos aquellos que fundamentan
nuestra felicidad muestra el lado oscuro de la moneda, la enfermedad, la
soledad, la distancia y la falta de fe.
La
novela nostálgica de Isaacs, representa aquellos factores, que envolvieron a
Efraín y María en la soledad, al no poder verse, a la suposición, gracias a la
enfermedad de ella. María quién tanto le profeso amor y gratitud, donde su alma
bondadosa hizo justicia al donarle una parte de ella, su cabello.
Quizás
nuestro paso por la vida de alguien más sea breve, triste o feliz, de cualquier
manera, dejamos una huella física y emocional imborrable. María dejo en la
memoria de Efraín, momentos que desde la niñez, forjaron el amor que de adultos
les fue inevitable demostrar. Momentos que entre silencios y las clases de
geografía, como una serie de imágenes consecutivas, hicieron de la vida de
ambos una sola.
Dos
versiones del mismo amor, desde los ojos soñadores de María fue sacrificio,
lucha y entrega, detalles que le otorgaba entre las flores del jardín y las
despedidas. Para Efraín fue promesa y gratitud, demostrarle que había un
futuro, una cura y una solución.
En
conclusión, la vida es un momento, prestado e ingrato. Nos dejamos llevar por
los impulsos, las suposiciones y las influencias de los demás. El criterio
propio es fundamental para realizar una comunicación funcional. Al dejarnos
llevar por la superficialidad, dejamos escapar oportunidades, anhelos,
soluciones. El amor lleva, a veces un tinte tardío. Lo tenemos enfrente la
mayoría de veces, aunque en nuestra actualidad la comunicación es fácil,
rápida, inmediata y tecnológica; el amor sigue siendo un misterio, del que vamos
aprendiendo con los daños. Aunque seamos libres de escoger, la libertad de
pensamiento no expresado, quizás aún sea atadura para conseguir la felicidad.
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